Cantante, compositor, productor y multi-instrumentista

A pesar de que, por su participación en grandes bandas, su nombre está asociado al rock argentino, Axel Krygier es inclasificable. Al punto de que Luca Prodan, poco antes de su desaparición, advirtió sobre su prodigio y singularidad, lo que se convirtió en una suerte de estigma: tuvieron que pasar 12 años antes de que el cantante, compositor, productor y multi-instrumentista se atreviera a editar su primer álbum.

Al tiempo que se desempeñaba como saxofonista de La Portuaria, Axel desarrollaba la grabación casera, donde, a través de un multipistas a cassette y algunos efectos, daba forma a experimentos musicales que abrieron puertas y cabezas para que la bachata dominicana conviviera con el surf o el drum’n bass con el klezmer, sin que parezca insólito. Con el teclado a manera de instrumento de cabecera, se dedicó rápidamente a esbozar una identidad musical que tiene como pulsión la polirritmia.

Entre la contemporaneidad porteña y el histrionismo caribeño

El folklore se le reveló en su adolescencia, por eso no es fortuito que la música popular latinoamericana sea el primer rasgo que queda en evidencia en la obra de Axel. Aunque al descubrir el post punk, antes que darle la espalda a la tradición, estableció las bases para idear un formato de canción que se debate entre la contemporaneidad porteña y el histrionismo caribeño.

En 1999, Los Años Luz edita su primer disco, Échale semilla! (1999), que parece ya predecir el cambio en el orden musical de la región y llama la atención al punto de estar considerado como “artista revelación” por los periodicos Clarin y Rolling Stone. En Europa, también cosecho el soporte de Gilles Peterson, Coldcut, David Byrne, Laurent Garnier…

Del show a la performance

Luego de la edición de Echale semilla! en España, y que sus títulos fueran incluídos en decenas de compilados europeos y asiáticos, Axel se instala en Barcelona, donde crea una banda para poder hacer frente a las primeras invitaciones a festivales internacionales. En 2003 Los Años Luz Discos edita Secreto y Malibú, donde destaca el título Final, que luego fuera usado por la célebre serie de culto “Okupas” como música de presentación.

Luego de editar Zorzal (2005), su tercer disco, fue invitado por Zizek para formar parte de su primera gira Norte Americana. Si bien al colectivo de cumbia digital y folk electrónico esto le significó el respaldo de una figura con renombre y trayectoria, para Krygier fue la oportunidad de verse contenido por una escena, al igual que para transformar su show en vivo en una auténtica performance.

Bandas de sonido para cine, teatro y danza

Creador del Sexteto Irreal junto a Christian Basso, Alejandro Terán, Manuel Schaller y Fernando Samalea, Axel es también autor de bandas de sonido para cine, teatro y danza. En 2009 compone la música de 3 Tangos, un musical de Alfredo Arias, con libreto de Gonzalo Demaría. Después de presentarse durante dos meses a sala llena en el Théâtre du Rond Point de Paris, el disco de la obra es editado por Los Años Luz y recibe el Premio Gardel a la mejor Banda de Sonido.

Un camino que pretende modificar los estados de conciencia

En 2010, Axel lanzó Pesebre mundialmente vía el sello belga Crammed Discs, para cuyas presentaciones constituyó una agrupación con la que refuerza su posicionamiento internacional al insertarse en el circuito de festivales. Es entonces que plasmó Hombre de Piedra, en el que continúa el camino que pretende modificar los estados de conciencia: el suyo y el de los demás.